La segunda clasificación, centrados ya en los procesos fabriles, viene dada por las necesidades de dar servicio al cliente. Desde este punto de vista cabe citar las siguientes diferencias:
Si el cliente necesita el producto con más rapidez que lo que se tarda en producir.
En estos caso se tienen que tener producidas ciertas cantidades de producto, para que el cliente no espere. Estas producciones se denominan Producciones ContraStock.
Producir de esta manera exige manejar grandes cantidades de productos finales baratos; es decir: de coste unitario bajo, pues de otra manera los costes de los stocks lastran la rentabilidad del proceso.
Para abaratar los productos se requiere que las operaciones hechas sobre ellos sean parecidas, o muy iguales, lo que hace que sean productos muy iguales.
Los clientes pueden esperar a la fabricación del producto. En tal caso hay que preguntarse si el cliente espera porque quiere un producto exclusivo, lo que hace que la producción sea Bajo Diseño, o bien el cliente desea un producto especial basados en módulos estándar, es lo que se conoce como Producción por Ensamblado
En las producciones por ensamblado se realizan múltiples productos basados en opciones. En tales caso sería inviable mantener stocks de todos los productos posibles de producir.